Cuando era una niña, mi familia y yo vivíamos en una isla de Chile durante del verano. Nosotros ibamos al mejor hotel de Chile. Las ventanas de nuestro cuarto daban al océano y los camas eran muy cómodos. Mis hermanas y yo jugábamos en la playa y nadábamos en las olas todos los días. Un mañana fui a la playa sola. El cielo estaba muy nublado y las olas estaban muy largas. Yo veía al océano cuando yo vi una cosa extraña en las olas. ¡La era una mujer! Ella era muy rubia, bonita, con pelo muy largo. Mientras yo veía la mujer, ella empezaba a bailar en la agua. Yo estaba muy confundido, así yo corrí al hotel y dije a mi mamá sobre la mujer en el océano. Ella dijo “no se preocupaba,” pero yo no paraba pensar sobre la mujer extraña. Ésa noche, yo oía una canción y sabía la cantante era la mujer. Cuando yo fui afuera, yo veía la mujer otra vez. ¿Por qué ella estaba cantar? Yo me sentaba en la playa, y la próxima mañana, la playa estabe cubrir con muchas peces. Todos los pescadores estaban muy emocionados, y sus familias bailaban y cantaban. Ésa noche, el pueblo tuvo una fiesta muy grande, y los gentes hablaban sobre la mujer en el océano. La mujer traía los peces cada año. El pueblo estaba muy feliz, y mi familia y yo regresábamos cada verano para la fiesta de la mujer, la Pincoya.
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